De Delhi volé hacia Kochi para pasar una noche y poder hacer unas fotos que me quedaron por hacer la última vez que estuve allí. La parte de Fort Kochi es bastante pintoresca, pero a mí me pareció mucho más pintoresco el barrio judío con su arquitectura oriental, sus mercaderes y sus aromas de especias varias.

Pasé unos cuantos días por Kochi y así pude ver más de la última vez, cuando nos llovió cada día, frustrando cada día más y más; pero esta vez me sorprendió. Vi una ciudad llena de vida con gente majísima con la que disfrutar de un chai debajo de cualquier sombra. ¡Las temperaturas eran altísimas! Dejé empapada la cámara colgada del cuello, así que compré unas toallas típicas indias para apartar las gotas de sudor de mi cara y manos.

Paseé por las calles de Ernakulam, Fort Kochi y el barrio judío para encontrarme con una ciudad llena de cambios; progresando. Kochi se encuentra en la región de Kerala, la región con el índice más alto de alfabetización. Aunque no sea la capital de la región, es la ciudad más próspera y con más encanto. El estado de Kerala es comunista y se nota por las calles y en sus gentes: banderas rojas por doquier, puños alzados… Fue una gran idea volver a la ciudad y poder disfrutarla; paseé por sus mercados, hablé con tenderos y artistas, hasta disfruté de su Festival Internacional de Cine. Pude ver: No End, Vanaja, A Short Film About Love y, por último, La Notte.

De Kochi me dirigí en tren a Coimbatore para reunirme con A. con la intención de asistir a la boda de nuestro amigo A., pero no pudo ser; no se casó y de momento está todo parado por problemas entre familias. Recordad que aquí aún hay matrimonios preparados por los padres y este es uno de ellos. Al llegar a la ciudad vi que no tenía ningún encanto en especial; una ciudad industrial de paso para la zona montañosa entre Ooty y Kodaikanal. Como no estábamos demasiado interesados en visitar ninguna de esas zonas que son de descanso, Coimbatore no nos ofrecía nada de nada y no había boda, compré billetes de tren para partir el día siguiente hacia Trichy.

Fue fantástico reunirme con A. después de viajar 2 meses solo. Se agradece mucho ver una amistad íntima y poder hablar el idioma propio después de tanto tiempo en un país tan… “raro”. La introduje a la cultura india con un maravilloso paseo en autobús público hasta la universidad de Coimbatore (vacía por vacaciones) con partido de cricket incluido, ¡y nos pusimos al día de todos los chismorreos desde mi marcha!

Templo en Trichy

En Trichy se encuentra el Rock Fort, situado encima de una gran piedra y coronado por el templo de Vinayaka, donde fuimos a pasear en día de peregrinación hindú; un montón de familias y grupos de jóvenes hindúes que van a ver a los dioses guardados en él. No quisimos llegar arriba de todo al haber tanta gente haciendo cola, así que nos sentamos con centenares de indios para contemplar la ciudad y alrededores desde tan elevada construcción. Es impresionante ver tanto indio en peregrinación de templo en templo, y más aún los domingos, pero es que son 1.2 billones de habitantes.

Gente en el templo

Al día siguiente fuimos a ver el templo de Sri Ranganathaswamy. Para poderlo disfrutar más, cogimos un guía para que nos fuera enseñando toda la magnitud de la construcción y nos tocó uno bueno y cachondo, ¡con unos amigos que hablaban catalán y les gustaba la sangría! ¡La primera vez en mi vida que oía a un indio hablar en catalán! ¡Jajajaja! El templo es maravilloso. Está considerado el segundo mejor templo de la India después del de Madurai, pero para mí el primero, el mejor. Un conjunto de 8 enormes puertas con una cúpula central de oro donde se encuentra el dios principal. Con el guía pudimos pasear por todo el recinto sin ningún problema y tomar tantas fotografías como deseábamos, excepto en el recinto interior con cúpula dorada, y esto, por mi experiencia en la India, es bastante difícil. ¡Hasta pudimos ver la puerta al paraíso! Para terminar la ruta, el guía nos llevó hasta el río donde los peregrinos van a limpiarse sus impurezas y algunos de ellos ser incinerados después de muertos. La tradición hindú manda rapar al cero a los familiares directos de la persona muerta, así que en la orilla había algún que otro tenderete improvisado para tal acción.

Hombre rapándose

Después de esta breve parada en Trichy, nos dirigimos hacia Thanjavur para ver el templo de Brihadeeswarar. Templo totalmente abierto donde se hacían preparativos para una festividad especial. Como unos burros, nos pusimos de nuevo a ver piedras a mediodía con el sol quemando todo y una humedad altísima; rehidratación por la noche y cremita aftersun para las caras coloradas. Al día siguiente fuimos a ver el palacio de la ciudad con su cercana torre con un parque público donde se reunían jóvenes y familias. El palacio estaba cerrado, pero pudimos dar una vuelta por sus alrededores al finalizar la tarde con un ambiente más fresco.

Después de esto es cuando yo tuve un ataque de estrés contra un conductor de rickshaw por estarnos engañando repetidamente. Subimos desde el hotel hasta el palacio, que son 2km, y para bajar pretendíamos coger un rickshaw para llegar antes y darnos una ducha bien merecida después de pasar un día muy caluroso y todo lleno de polvo de las calles arenosas de Thanjavur. El conductor nos quería cobrar un precio desorbitado y nos mintió diciendo que el hotel estaba a 6km de distancia. No pude más, exploté y le dije chillando en medio de la calle: “Don’t lie!!”. No pude aguantar la explosión emocional, pero después de llevar un tiempo aquí aprendes que no te puedes fiar de nadie y menos de un conductor de rickshaw; las sanguijuelas de la India los llamo yo. Mienten, engañan, molestan… no solo a los turistas, cualquier persona es víctima, sin compasión, son así por naturaleza. No me sentí orgulloso, pero fue la gota que colmó el vaso: ¡basta de mentir! Me provocan un estado de alerta constante diario que no es bueno ni física ni psicológicamente. Algún día escribiré más extensamente sobre esta raza de sanguijuelas humanas, por ahora ya basta.

¡Saludos!
Gente en el temploal da siguiente fuimos a ver el templo de sri ranganathaswamy. para poderlo disfrutar mas cogimos un gua para que nos fuera enseando toda la magnitud de la construccin y nos toco uno de bueno y cachondo, con unos amigos que hablaban cataln y les gustaba la sangra! la primera vez en mi vida que oa un indio hablar en cataln! jajajaja! el templo es maravilloso. esta considerado el segundo mejor templo de india despus del de madurai pero para mi el primero, el mejor. un conjunto de 8 enormes puertas con una cpula central de oro donde se encuentra el dios principal. con el gua pudimos pasear por todo el recinto sin ningn problema y tomar tantas fotografas como desebamos excepto en el recinto interior con cpula dorada y esto, por mi experiencia en india es bastante difcil. hasta pudimos ver la puerta al paraso! para terminar la ruta el gua nos llevo hasta el ri donde los peregrinos van a limpiarse sus impurezas y algunos de ellos ser incinerados despus de muertos. la tradicin hind manda rapar al 0 a los familiares directos de la persona muerta as que en la orilla haba algn que otro tenderete improvisado para tal accin.
Hombre rapándosedespus de esta breve parada en trichy nos dirigimos hacia thanjavur para ver el templo de brihadeeswarar. templo totalmente abierto donde se hacan preparativos para una festividad especial. como unos burros nos pusimos de nuevo a ver piedras a medio da con el sol quemando todo y una humedad altisima; rehidratacion por la noche y cremita aftersun para las caras coloraas. al da siguiente fuimos a ver el palacio de la ciudad con su cercana torre con un parque publico donde se reunan jovenes y familias. el palacio estaba cerrado pero pudimos dar una vuelta por sus alrededores al finalizar la tarde con un ambiente mas fresco. despus de esto es cuando yo tuve un ataque de estrs contra un conductor de ricksaw por estarnos engaando repetidamente. subimos desde el hotel hasta el palacio que son 2km y para bajar pretendamos coger un rickshaw para llevar antes y darnos una ducha bien merecida despus de pasar un da muy caluroso y todo lleno de polvo de las calles arenosas de thanjavur. el conductor nos quera cobrar un precio desorbitado y nos minti diciendo que el hotel estaba a 6km de distancia; no pude mas explote y le dije chillando en medio de la calle: “Don’t lie!!”. no pude aguantar la explosin emocional pero despus de llevar un tiempo aqu aprendes que no te puedes fiar de nadie y menos de un conductor de rickshaw; las sanguijuelas de india los llamo yo. mienten, engaan, molestan, … no solo a los turistas, cualquier persona es victima, sin compasin, son as por naturaleza. no me sent orgulloso pero fue la gota que colmo el baso; basta de mentir! me provocan un estado de alerta constante diario que no es bueno ni fsica ni psicolgicamente. algn da escribir mas extensamente sobre esta raza de sanguijuelas humanas por ahora ya basta.
saludos!