Esto es lo que pasa por coger la mona un sábado después de un mes sin gota de alcohol y quedarse dormido destapado, con las ventanas abiertas y el ventilador a toda pastilla: ¡resfriado!

Me he pasado 2 días encerrado en la habitación del hotel de Kumily entre fiebres altas y sudores empapantes. Hoy es mi primer día fuera de la cama. Porque no soy creyente, que si no diría: ¡gracias a Dios! :)

Pasé por 3 doctores diferentes y el último se llevó la palma. Recordad que estoy en un lugar turístico; las montañas de Thekkady son conocidas por el Parque Nacional de Periyar y las plantaciones de especias y . Así que un blanco aquí es un euro con patas y para los “doctores” es lo mismo que para la población, yo lo llamo: ¡sin compasión! (aunque la compasión sea uno de los puntos clave de la filosofía hindú, aquí se la pasan por…).

Primero quise probar la medicina natural ayurvédica tan famosa aquí en la India. La doctora estuvo muy bien conmigo, pero al final de la sesión me dio una lista de 4 cosas diferentes a tomar/hacer. El tema no era dinero porque todo salía por 2 euros, pero no me entró en la cabeza que tuviera que estar una semana haciendo una pasta amarilla para ponérmela en la frente y sobre la nariz, unas pastillas a tomar cada 2 horas, unos vahos… vamos, que no quería pasarme todo el día pendiente de si he hecho esto o he hecho aquello otro. Con todo, la mujer no me dijo qué podía ser la fiebre porque ella trata con medicina ayurvédica.

Para estar más seguro del tema, me fui al pequeño hospital que tenían en frente para encontrarme con el doctor de nuestra conocida medicina. Pero vaya doctor: Dr. Melenas. ¡Qué odio de tío! ¡Aún estoy por pasar por allí a decirle lo capullo que es! Lo primero, me mete un termómetro en la boca (¡qué profesional!) y después me escuchó el pecho con ese aparatito tan mono que tienen los doctores y todos queremos. Se me quedó mirando y me dijo que necesitaría antibióticos de su farmacia personal. Le dije que yo ya tenía antibióticos y le pregunté qué tenía y que me explicara qué precauciones había de tomar (evitar el frío, evitar agua fría…) y me responde que ¡voy muy rápido! ¡Que primero quiere ver los antibióticos que yo tengo por si necesito comprar de los suyos! ¡Vaya huevos! Así que le vuelvo a preguntar qué podía ser la fiebre y me recomienda que no vaya tan deprisa, tira la cabeza atrás, mueve las melenas y me dice que vuelva en media hora con los antibióticos. ¡Vaya subnormal! ¡El melenillas! ¿Os imagináis lo que es estar enfermo en la India sin saber lo que es ni cómo solucionarlo y que te encuentres chupasangres como estos?

Fui para la oficina de turismo a preguntar por un doctor real y me dieron la dirección del doctor estatal público, el de fiar. Éste era el doctor que yo buscaba. Me dijo que podía ser: malaria, tifus, infección de orina o resfriado. Para la malaria tengo pastillas y no es, si no, no estaría escribiendo este post, aún estaría en cama. Para el tifus ya estoy vacunado. Si fuera una infección de orina me dolerían las partes, pero no me duelen, solo que no me las encuentro, pero esto es un problema de nacimiento. Así que hoy me ha quedado claro que de un resfriado se trataba. Supongo que aún me quedan un par de días para pasar raros, pero de momento me siento fuerte y bien.

Esta noche prepararemos la salida y mañana para Munnar. Suerte que tenía a Attila por aquí para darme compañía, que si no… aunque él sí que ha visto las plantaciones de té, las especias, danzas tradicionales y hasta un safari por el parque. Yo lo único que he visto es la oficina de turismo, los hospitales de la población y hoy, un monte desde donde se veía todo el valle, el lago Thekkady y las cordilleras cercanas.

¡Saludos!